Uno de los mayores beneficiados de la subida estratosférica del Bitcoin (BTC) ha sido un joven ciudadano noruego llamado Kristoffer Koch, 29 años e ingeniero. Este chico mientras hacía su tesina sobre encriptación compró para apoyar la misma 5000 BTC sin ánimo de hacerse rico y sin dotes de vidente. Invirtió unos 19,30 euros al cambio, 150 coronas a finales de 2009 que fue cuando se inventó el BTC, con lo que aproximadamente compraría cada moneda a unos 0.00386 centavos de $, aunque de por medio estén las respectivas comisiones.

El caso es que esta persona olvidó su inversión y siguió con su vida y no fue hasta que oyó en los medios de comunicación el valor que iba alcanzando el BTC allá por abril de este año cuando se dio cuenta de lo rico que podría ser, recordando que en su día, cuatro años atrás compró 5000 monedas.

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